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Mostrando entradas de enero, 2018

UN MANIÁTICO LLAMADO GUSTAVO PETRO

El señor Gustavo Petro padece deficiencias mentales repulsivas. Así lo ha dejado entrever con sus comportamientos, según él, proporcionados. En los últimos días hemos sido espectadores de sus descabellados pronunciamientos en la red social twitter. Allí se ha ocupado de vociferar como un canino rabioso en contra de todo aquel que legítimamente lo confronta. No tiene vergüenza en igualarse a una actriz que, valientemente expresa su opinión. El egocentrismo del terrorista de antaño es incalculable, pues ni el mismo se soporta. De la misma manera, lo han percibido sus compañeros de lucha. Ni ellos lo toleran. Su negativismo y pesimismo irracional irrumpen en cualquier esfera de serenidad. Se denomina progresista pero no es más que un ejemplar por excelencia del mamertismo resentido que, se atreve a contestarle con pedradas en la mano a ciudadanos y celebridades que no vacilan en manifestarle la realidad: es un falsario desmedido que no conoce de honor y lealtad. Un clon mejorado de

EL ABUSO DEL ICA

El ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) es una entidad prominente y representativa a nivel nacional, su contribución durante 55 años como institución reguladora del sistema agrario nacional es magistral, constituyéndose tal vez, como una de las entidades más efectivas del Estado Colombiano. No obstante, en la región del oriente antioqueño es todo lo contrario: una institución vagabunda y desvergonzada que no tiene desvelo para obrar oportunamente frente a la actividad económica de los pequeños y medianos floricultores que, utilizan sus cultivos para sus congruas subsistencias. Se ha vuelto común escuchar quejas, inquietudes y alaridos de los floricultores de la región por cuenta del descuido descomunal del ICA. Algunos de sus funcionarios son desatentos a la hora de atender el clamor de los pequeños y medianos productores, como si los mismos fuesen un cero a la izquierda. Desconocen aquellos servidores de la entidad, que son los productores quienes contribuyen para el desarro

DENUNCIA A MEDIAS

Con estupor observamos hace unos días la denuncia de la periodista Claudia Morales, a través de su columna en el diario El Espectador. Su testimonio fue desgarrador por la carga emocional que manifestaba, y así fue percibido por la opinión pública nacional. No podíamos esperar menos porque se trataba del acto más cruel que puede padecer alguna mujer: ser violada y ultrajada por uno de sus jefes. Hasta este punto admiramos el valor de la periodista para manifestar lo que infinidad de mujeres callan, pues no es fácil estar en el escarnio público por una conducta semejante. No obstante, no comprendemos cómo es posible que apenas haya tomado la decisión de denunciar una situación que debió manifestar desde el momento en que fue víctima del delito. ¿Por qué hasta ahora viene a denunciar lo que debió exponer desde el inicio? Si Claudia Morales hubiere gritado desde el momento en que sufrió los vejámenes, el victimario sexual que la abusó, seguramente estaría en la cárcel, porque

FAJARDO, EL IMPOLUTO

Con la corriente adversa el candidato Fajardo a estas instancias continúa su campaña a la presidencia sin tomar posiciones fijas y, lo peor, sin responder con ápice de decencia, los cuestionamientos por irregularidades que legítimamente reposan sobre su espinazo. No es menos cierto que hasta tanto, Fajardo no padece impedimentos para aspirar a la casa de Nariño, no deja de ser llamativo que alguien se llene el istmo de las fauces, argumentando pulcritud y honestidad a sabiendas de los cuestionamientos que la población constantemente le concibe, y, que, éste no ha querido clarificar. En efecto, jamás hemos acusado al candidato por los hechos irregulares, puesto que no se le ha probado alguna ilicitud, sí resulta despreciable su silencio frente a los mismos. Lo mínimo que podemos exigirle a un candidato presidencial es el pronunciamiento claro, expreso y detallado sobre aquello que lo desprestigia, pues de no hacerlo decrece abruptamente su credibilidad. Y esa es la realidad de S

ESTRATAGEMA FAJARDISTA

Hay quienes utilizan el currículo académico de la denominada ‘Coalición Colombia’ dizque para informar a la ciudadanía sobre las aptitudes de los mismos. Probando, indirectamente, lo ficticio de la Coalición. Además, recaen frecuentemente en apelativos irrisorios tildando de mediocre a quien cuestiona los desmanes de Fajardo. Es una condición sine qua non del mamertismo criollo, apelar a los agravios cuando alguien se atreve a cuestionarlos. Pero, ello es intrascendente, porque así se manifiestan los bodrios de la frustración. Me compadezco de ellos. Excepto de mis apreciados amigos de la izquierda que toleran las diferencias en un debate político, demostrando madurez y mesura. Algunos de ellos, militantes del Polo Democrático.    Pero, para entrar al punto que nos interesa, comencemos por afirmar que, cuando un producto es bueno, no es necesario hacerle mucha publicidad, ya que por sí mismo se vende, y alcanza gran acogida en la población. En desgracia de algunos, así no

COALICIÓN FICTICIA

La contienda electoral del año presente estará sumergida por alianzas estratégicas. Todos los candidatos tienen certeza de la necesidad de las mismas aun cuando es precaria la compatibilidad en las propuestas. Particularmente hay una coalición que llama la atención. Miremos… La denominada ‘Coalición Colombia’; la cual, no es más que una alianza ficticia de sujetos que otrora se cuestionaban en diversos espacios del panorama nacional. No obstante, ahora posan de abanderados de la lucha en contra de la corrupción, cuando su candidato, Sergio Fajardo, está contaminado por la misma. No solo presentan una coalición ficticia sino también incompetente. La senadora Claudia López, no tiene idea de economía, de salud, seguridad o infraestructura, no es una estadista, por tanto, no cuenta con las aptitudes para dirigir a una nación. El senador, Jorge Enrique Robledo, es todo lo contrario, pero no cuenta con la fuerza necesaria para llegar a segunda vuelta en una contienda electoral