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Mostrando entradas de febrero, 2020

POPULISMO EN SANTA MARTA

Para nadie es un secreto que el populismo- en su máxima expresión- se tomó a Santa Marta y al Magdalena. Situación que genera una preocupación mayúscula, dado que, las tierras fértiles deben ser gobernadas por líderes probos, científicos, y estructurados que tengan los pies sobre la tierra, pues esa es la condición sine qua non para administrar un municipio o departamento. Los mandatarios locales y regionales deben ser plenamente conscientes de las condiciones sociales, económicas, y, geopolíticas del territorio que están gobernando. Cosa que no ocurre en Santa Marta porque la alcaldesa anuncia un convenio con la dictadura cubana dizque para educación y deporte. ¡Tamaña locura!   Es cierto que los alcaldes y gobernadores son autónomos para ejecutar su plan de gobierno, aunque tampoco es menos cierto que existen unos límites en el Derecho Internacional, los cuales prevalecen ante la voluntad caprichosa de los mandatarios regionales. En este sentido, por disposición expresa de la

LA MANO NEGRA DE SANTOS

La época en la que mayor corrupción padecimos los colombianos se dio entre los años 2010 y 2018. En esos dos cuatrienios observamos triquiñuelas, tramoyas, chanchullos, montajes, sobornos, y trampas de toda índole. Los colombianos tuvimos que padecer por culpa del tristemente célebre- Juan Manuel Santos- la antítesis de la rectitud en lo público, empero, nos tocó sí soportar la antología de la aversión que encarnaba aquel tramposo mandatario, que, sin más ni más, pasara a la historia como un personaje de ingratísima recordación, amén de sus repugnantes actuaciones en el escenario público. Siempre lo hemos dicho: el problema letal de Santos además del bodrio del Acuerdo Habanero, fue la malhadada corrupción que pelechó en su deplorable Gobierno y, que, fracturó la institucionalidad del Estado. Santos, como buen truhan que es, no solo traicionó las bases y los electores que confiaron en él, sino que además cogobernó con los enemigos de la patria, y no estando satisfecho con ello, e

¿OBRÓ EL MÉDICO EN LEGÍTIMA DEFENSA?

Colombia es un país hipócrita, mojigato y farsante, amén del temor que padece la mayoría de expresar lo que verdaderamente siente. Casi siempre, lo que todo mundo piensa en su interior, pocas veces es divulgado en el mundo fenomenológico. Tanto más cuando de periodismo se trata; pues en dicho aspecto son escasos los ‘periodistas’ que se atreven a opinar- libremente- sobre aquello que realmente consideran. Es por ello, por lo que poca credibilidad nos merecen algunos representantes del periodismo local, regional y nacional. El arrodillamiento y la sumisión son su común denominador. Lo antecedente lo mencionamos porque, nos ha sorprendido sobremanera la tibieza de una infinidad de comunicadores a los que les ha dado miedo emitir una opinión favorable que apoye la actuación de un galeno que acabó- de manera acertada- con tres desagradables bandidos amparado en el legítimo derecho a defender su vida.   Como se esperaba, este hecho jurídico ha sido la comidilla de la opinión públ