El caos en Bogotá, Cali y otras ciudades es responsabilidad directa de Gustavo Petro y sus secuaces. Los vándalos, los terroristas y los encapuchados que han ocasionado todo tipo de desmanes y afectaciones al patrimonio público y privado fueron incitados por el incendiario senador. Según Fenalco, el comercio perdió más de 150 mil millones de pesos. En Bogotá los daños ascienden los 20 mil millones de pesos. En Cali el saqueo fue exorbitante y en otras ciudades la alteración al orden público no tuvo precedentes. Bandidos por doquier se metieron a las casas y a los conjuntos residenciales de los ciudadanos decentes para atentar contra su patrimonio. ¡Miserables! Aun así, el senador Petro continuaba, como buen agitador, invitando al caos, a la anarquía y a la destrucción total de Colombia. En su cuenta de Twitter incitaba a la violencia proponiendo agresivas movilizaciones, estigmatizando periodistas que lo confrontaban, y, como si fuera poco, poniendo en tela de juicio la labor d
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