Ir al contenido principal

MONTEALEGRE, EL EXFISCAL CORRUPTO


La justicia espectáculo es un asunto de vieja data en Colombia, pues la necesidad incesante de protagonismo desmedido de las autoridades judiciales no ha tenido límites morales, ni mucho menos normativos. Sujetos inescrupulosos han hecho lo que les place, en tanto abusan de las potestades conferidas por sus cargos.

Infortunadamente, esto ha ocurrido no sólo en el aparato jurisdiccional, sino también en otras instituciones de suma relevancia para la democracia colombiana.  Verbigracia, la Fiscalía General de la Nación, institución que padeció un sesgo desmesurado, como quiera que su penúltimo fiscal fue un repugnante bandido con agenda política cuya ética profesional estuvo, siempre, plagada al servicio de los más oscuros intereses. 

Ese burdo periodo en la Fiscalía General (2012-2016) de ingratísima recordación para la historia colombiana, se caracterizó por el pillaje de un fiscal que estaba al servicio politiquero del gobierno de turno. Aquel fiscal llamado Luis Eduardo Montealegre y su lacayo segundón llamado Jorge Fernando Perdomo, corretearon a través del macabro ejercicio de sus cargos a sus más férreos opositores; ello, siguiendo las órdenes de Juan Manuel Santos, pues nunca cesaron por parte de la fiscalía las persecuciones consumadas en contra de sectores políticos adversos a las intenciones corruptas del exmandatario.

En aquella época, el entramado criminal que se organizó en la Fiscalía General fue obsceno, toda vez que allí involucraron a todo tipo de sujetos, incluyendo a periodistas de bolsillo como Natalia Marlene Lizarazo Tocarruncho, entre otros, quienes fueran los beneficiarios de multimillonarios contratos adjudicados a dedo por Montealegre para que estos mantuvieran una buena imagen de la institución que él reiteradamente corrompía con sus repugnantes actuaciones. Sobre ello siempre nos hemos preguntado: ¿Por qué sobre las irregularidades en dicha contratación pública no han investigado los presuntos crímenes de Montealegre?

No siendo menos grave, vale la pena recordar el montaje asesino que organizaron en 2014 (segunda reelección presidencial financiada con dinero mafioso de Odebrecht) para aniquilar el buen nombre y la moral del candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, el cual fue presuntamente orquestado por Juan Manuel Santos y avalado por Eduardo Montealegre. También nos preguntamos: ¿Por qué sobre este burdo montaje no han investigado los presuntos crímenes de Santos y de Montealegre? ¿Cuál es la respuesta de Montealegre ante su presunta complicidad en este crimen? ¿Por qué no le responde al país?

Adenda: En vez de andar señalando con el dedo acusador, Eduardo Montealegre tiene que responder a la opinión pública, al menos, por los dos cuestionamientos que en este espacio le he realizado. Hasta ahora no lo ha hecho, entonces: ¿Con qué autoridad moral acusa a quienes tienen el coraje de confrontarlo? Reza un adagio popular que, el ladrón juzga por su condición.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL NUEVO CÓDIGO DE POLICÍA

Previo a la revisión constitucional, el nuevo código de policía cuenta con múltiples vacíos que resultan preocupantes para todos los involucrados, principalmente para la ciudadanía. La generosa discrecionalidad para las autoridades policivas es amplia y ello se presta para notables arbitrariedades en contra de la población civil. La inexactitud en ciertas normas, y las potestades confusas para los funcionarios son la principal preocupación del pueblo colombiano; en realidad no sabemos si la situación se prestará para mejorar la convivencia pacífica de un país que en los últimos años ha cambiado, o si por el contrario se efectuará un mayor caos por la posible vulneración de los derechos y libertades individuales del conglomerado. Las multas dispuestas por esta normatividad constituyen un potencial rechazo en la sociedad, toda vez que los colombianos consideran las sanciones pecuniarias como un abuso que no tienen por qué soportar. La creencia popular radica en pensar que el nuevo ...

REFORMA TRIBUTARIA CONTRACCIONISTA

La actual reforma al sistema tributario, puede traer grandes perjuicios sobre la inversión y el empleo. El Gobierno Nacional, pretende organizar sus cuentas y su presupuesto. Ello es acertado, en tanto es su deber legal y constitucional, sin embargo, es un abuso que lo haga a través de una política fiscal contraccionista.  La organización del presupuesto, jamás puede realizarse a costas de la actividad privada, ya que es esta la que genera empleo, oportunidades y progreso en la sociedad. Atentar contra ella, es reducir el desarrollo socio-económico de la población, lo que conlleva a un potencial retroceso monetario. La industria y la sociedad colombiana, terminarán pagando los costos de la ineptitud del Gobierno Nacional, pues es factible observar que en los últimos años se ha presentado en Colombia, una gran recesión económica, así como múltiples operaciones, encaminadas a perjudicar el sistema fiscal. La afectación a la economía es evidente, y el Gobierno lo sabe, razó...

¡CANTA, MADURO!

Las declaraciones del dictador venezolano sobre el proceso de paz no son un desvarío, excepto aquella en la que manifestó que existía un plan para exterminar a las Farc. Sin incitar a la violencia, éramos muchos los que esperábamos la baja total de los cabecillas, empero, ello no fue posible ni en la dedicación exhaustiva de Álvaro Uribe, ahora menos en la displicencia hiperbólica de un sujeto que no tuvo coraje para combatir la criminalidad, sino que, desidiosamente optó por arrodillarse a la voluntad terrorista.                                                                                ...