Ir al contenido principal

LA MANO NEGRA DE SANTOS


La época en la que mayor corrupción padecimos los colombianos se dio entre los años 2010 y 2018. En esos dos cuatrienios observamos triquiñuelas, tramoyas, chanchullos, montajes, sobornos, y trampas de toda índole. Los colombianos tuvimos que padecer por culpa del tristemente célebre- Juan Manuel Santos- la antítesis de la rectitud en lo público, empero, nos tocó sí soportar la antología de la aversión que encarnaba aquel tramposo mandatario, que, sin más ni más, pasara a la historia como un personaje de ingratísima recordación, amén de sus repugnantes actuaciones en el escenario público.

Siempre lo hemos dicho: el problema letal de Santos además del bodrio del Acuerdo Habanero, fue la malhadada corrupción que pelechó en su deplorable Gobierno y, que, fracturó la institucionalidad del Estado. Santos, como buen truhan que es, no solo traicionó las bases y los electores que confiaron en él, sino que además cogobernó con los enemigos de la patria, y no estando satisfecho con ello, enriqueció de cuenta del erario, las vulgares alforjas de un grupo minoritario de corruptos que integraron la repudiable ‘Unidad Nacional’ destinada a saquear las arcas del Estado con cupos indicativos y licitaciones de sastrería.  

Y es que a ‘Juanpa’- como le gusta que le digamos- le importó un bledo hacer y deshacer únicamente para obtener un falso nobel de paz, sobre el que, dicho sea de paso, mucho se sabe, pero poco se dice. Verbigracia, vale la pena traer a colación el dinero que tuvo que pagar al comité de Oslo para recibir el mismo. No conocemos la suma exacta, pero sabemos que existe certeza de dicha transacción. O, sino que nos saquen de la duda en Oslo, Noruega. Para nadie es un secreto. Pero bueno, ello es harina para otra columna.

Actualmente, lo que nos preocupa sobremanera es que aquel sujeto que ha sido erigido por la corrupción, la trampa, la marrulla, y la traición, después de haber dejado enhorabuena el cargo que nunca debió ni mereció ocupar, continúe haciendo de las suyas sin que le ocurra absolutamente nada. Hemos conocido que detrás de la persecución a los seguidores de Uribe, bajo el pretexto de la “bodeguita uribista”, puede estar la mano oscura del Bribón, lo cual no resulta descabellado conociendo su accionar, pues en el año 2012 creó un nanosatélite de observación que, supuestamente sería utilizado para el monitoreo de operaciones y el cuidado de fronteras, pero que actualmente pareciere estar dedicado a monitorear la actividad y las comunicaciones privadas de WhatsApp de un grupo de ciudadanos uribistas.

No siendo menos grave, los medios de comunicación de supuesta ‘relevancia’ nacional como El Espectador y Revista Semana, entre otros, se atrevieron sin ninguna delicadeza a divulgar las cuentas personales de esas personas, como si fuese algún delito manifestar admiración y simpatía hacia determinado personaje.

¿Será que todavía continúa rindiendo frutos en esos medios la mermelada de Santos? ¿Por qué será que hasta ahora no hemos visto al equipo de investigaciones de Revista Semana y del Espectador revelando con detalles los serios escándalos de corrupción a los que nos sometió el Gobierno de la Unidad Nacional? Acá les dejo la inquietud.  

Por lo pronto, lo que nos queda claro es que la envidia y la furia de Santos puede surgir porque su ‘santismo’ nunca existió; solo cobró vigencia en su mente. Además, nunca fue gratuito, pues quienes lo integraron siempre estuvieron motivados por algún interés económico o burocrático. ¡Y eso está claro!

Allí el sentido de su rabia. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANO DURA CONTRA EL TERRORISMO

El Gobierno Nacional está poniendo en cintura a los enemigos de la patria, pues hemos observado acciones determinantes en contra de los más temidos terroristas; esos mismos denominados objetivos de alto valor que desde el país vecino hacen de las suyas con la complicidad del rufián Maduro. La verticalidad del Gobierno es seria: cercar diplomáticamente al bandido analfabeta de Maduro y asfixiar en sus madrigueras a los genocidas de Gentil Duarte, Márquez, Santrich, Romaña, y El Paisa. Lo cual aplaudimos puesto que ese es el único camino para proteger a nuestra democracia. Razón tuvo un abogado cuando propuso a través de una obra magistral darle muerte al tirano; ese mismo que con su venia y, desangrando a su país, ha auxiliado a los enemigos de Colombia. La muerte del cabecilla Maduro, de Diosdado Cabello y del Cartel de los Soles es una necesidad que apremia para el bienestar de Latinoamérica.   A decir verdad, Nicolas Maduro, un cavernícola infundado, no ha escatimado esfuer...

'RAFAEL URIBE NOGUERA': LA PERVERSIÓN DEL CRIMEN

Existen personas que son la negación de la humanidad, efectivamente ello es el hombre de 38 años, llamado Rafael Uribe Noguera: La perversión del crimen y de la maldad, disfrazada de ‘honorabilidad’, no es posible que pueda existir un prospecto con mayor sevicia y frialdad para realizar un crimen que aquel. ¿Qué puede estar pensando una persona supuestamente ‘privilegiada’ cuando decide someter al más intenso sufrimiento a una criatura de 7 años?  La respuesta a esta pregunta exige un análisis riguroso en materia psiquiátrica, psicológica, sociológica, y jurídica, lo cual no es posible retratar en este artículo, sin embargo para ilustrar la situación, podemos afirmar lo siguiente: este sujeto obró con dolo y sevicia, porque conocía la conducta que estaba realizando, se pudo evidenciar que la ejecutaba encontrándose dentro de las condiciones óptimas, sin consumir sustancia alucinógena alguna al momento de la perfección del crimen, con plena conciencia y sádica complacenci...

LA VERDAD SOBRE LOS FALSOS POSITIVOS

Falsos Positivos fueron las bajas de los civiles- no beligerantes- cometidos por algunos miembros del Ejército de Colombia, abusando de la potestad de ejercer, legítimamente, la acción contundente del Estado. Específicamente, estos asesinatos tenían como objetivo aparentar resultados militares-operacionales exitosos contra la banda narco mafiosa Farc- cuando era lo contrario- con el fin de obtener retribuciones de carácter económico, días de descanso, condecoraciones y atractivos reconocimientos. El tema, desde la Responsabilidad Extracontractual del Estado, ha constituido una falla del servicio, pues la fuerza pública en ninguna circunstancia puede atentar contra la vida de personas no beligerantes, ni mucho menos en eventos de inferioridad. El daño antijurídico a los sujetos fue notorio, dado que no tenían el deber jurídico de soportarlo. De allí las condenas resarcitorias en contra del Estado colombiano. Luego, desde la Responsabilidad Política, resulta un despropósito enorme ac...