Ir al contenido principal

LA LECTURA COMO POLÍTICA PÚBLICA CULTURAL


“Seamos razonables y añadamos un octavo día a la semana dedicado exclusivamente a leer”. Lena Dunham. Sabia y razonable frase de la guionista, directora y actriz estadounidense.

La lectura es el espacio sagrado dentro del universo para aprender a pensar, para formar a mejores personas, pero, principalmente, para desarrollar una sociedad culta. Entonces: ¿Cómo no incentivar el amor por la lectura? Si aquella es la que nos garantiza bienestar, formación, conocimiento, armonía, convivencia pacífica e inclusión social dentro del planeta. Y así lo consideramos porque, generalmente, quienes leen constantemente se caracterizan por ser buenas personas, dado que,  siempre gozan de una cosmovisión diferente sobre las cosas, la cual puede aportar significativamente para el aprendizaje de los demás.

Un lector asiduo siempre está llamado a interpretar los fenómenos de la realidad, porque su ejercicio de lectura, indefectiblemente, lo motiva a cumplir dicha función. Y es acá donde encontramos un aspecto positivo, el cual es, estar determinado a analizar; analizar lo que nos inquieta, lo que nos incomoda, lo que nos atrae, o lo que nos produce estupefacción. Observamos, entonces, que el ejercicio de analizar nos obliga a pensar, y el ejercicio de pensar nos motiva a transformar todo aquello que consideremos inidóneo para nuestra sociedad. De allí comprendemos la función sagrada de la lectura: ¡Nos permite transformar realidades!

Es por lo antecedente que, dentro de los asuntos públicos debiera ser una prioridad incentivar el ejercicio de la lectura, hasta el punto de establecer dicha actividad como una política pública cultural, para el desarrollo humano integral de la sociedad. Lo que hasta ahora no se ha hecho. Más aun cuando en abril del 2018 conocimos, según la encuesta nacional de lectura, que el número de libros leídos al año por los colombianos que sí leían, era de 5.1, mientras que el de la población total era de 2.7 libros al año y el de las cabeceras era de 2.9. Lo cual nos ha arrojado un panorama aparentemente alentador, pero que está llamado a mejorar muchísimo más.

Nuestra propuesta para ello es, establecer la descentralización de las grandes bibliotecas, en la medida en que aquellas no se queden únicamente en las ciudades capitales, sino que, se extiendan también para las zonas rurales que han sido víctimas de la violencia, de la marginalidad y del abandono institucional. Tenemos certeza de que a muchos de nuestros jóvenes campesinos les gusta la lectura, pero no cuentan con el espacio propicio para ello. Es por esta razón, que debemos motivarlos brindando total apertura con escenarios óptimos para el desarrollo cultural. 

¡Que nos falte de todo, menos la comida, un techo y un buen libro para leer!

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL NUEVO CÓDIGO DE POLICÍA

Previo a la revisión constitucional, el nuevo código de policía cuenta con múltiples vacíos que resultan preocupantes para todos los involucrados, principalmente para la ciudadanía. La generosa discrecionalidad para las autoridades policivas es amplia y ello se presta para notables arbitrariedades en contra de la población civil. La inexactitud en ciertas normas, y las potestades confusas para los funcionarios son la principal preocupación del pueblo colombiano; en realidad no sabemos si la situación se prestará para mejorar la convivencia pacífica de un país que en los últimos años ha cambiado, o si por el contrario se efectuará un mayor caos por la posible vulneración de los derechos y libertades individuales del conglomerado. Las multas dispuestas por esta normatividad constituyen un potencial rechazo en la sociedad, toda vez que los colombianos consideran las sanciones pecuniarias como un abuso que no tienen por qué soportar. La creencia popular radica en pensar que el nuevo ...

¡CANTA, MADURO!

Las declaraciones del dictador venezolano sobre el proceso de paz no son un desvarío, excepto aquella en la que manifestó que existía un plan para exterminar a las Farc. Sin incitar a la violencia, éramos muchos los que esperábamos la baja total de los cabecillas, empero, ello no fue posible ni en la dedicación exhaustiva de Álvaro Uribe, ahora menos en la displicencia hiperbólica de un sujeto que no tuvo coraje para combatir la criminalidad, sino que, desidiosamente optó por arrodillarse a la voluntad terrorista.                                                                                ...

LA VERDAD SOBRE LOS FALSOS POSITIVOS

Falsos Positivos fueron las bajas de los civiles- no beligerantes- cometidos por algunos miembros del Ejército de Colombia, abusando de la potestad de ejercer, legítimamente, la acción contundente del Estado. Específicamente, estos asesinatos tenían como objetivo aparentar resultados militares-operacionales exitosos contra la banda narco mafiosa Farc- cuando era lo contrario- con el fin de obtener retribuciones de carácter económico, días de descanso, condecoraciones y atractivos reconocimientos. El tema, desde la Responsabilidad Extracontractual del Estado, ha constituido una falla del servicio, pues la fuerza pública en ninguna circunstancia puede atentar contra la vida de personas no beligerantes, ni mucho menos en eventos de inferioridad. El daño antijurídico a los sujetos fue notorio, dado que no tenían el deber jurídico de soportarlo. De allí las condenas resarcitorias en contra del Estado colombiano. Luego, desde la Responsabilidad Política, resulta un despropósito enorme ac...