Ir al contenido principal

COMBATIR A LA CRIMINALIDAD


Es deber del Estado proteger a los ciudadanos de bien y combatir con suma verticalidad a la delincuencia organizada. Ese es el principio rector de un Estado de Derecho. Y así debe ser porque, obrar conforme a los parámetros de la fuerza institucionalizada es una actividad legítima, para neutralizar a los criminales de la ciudad.  En este ámbito no es, ni puede ser admisible la tibieza dado que la situación debe confrontarse con excesiva determinación. Error imperdonable el de un alcalde que hace unos años celebró con criminales un pacto de no agresión. Infortunadamente, esto se ve reflejado hoy en día de la peor manera.

Bien sabemos que con los criminales no se celebran pactos, ni acuerdos, y ello está probado históricamente. A esa plaga hay que desbaratarla en el escenario militar sin un ápice de vacilación, pues solo así podrán vivir los ciudadanos decentes en paz. Las bandas criminales en la comuna trece y en la nororiental, así como en otros sectores del área metropolitana, han hecho durante más de veinte años lo que les place. En efecto, las extorsiones, los desplazamientos forzados, las barreras invisibles, los homicidios continuados, las masacres, las disputas por plazas de vicio y el hurto en cualquiera de sus modalidades, son el pan de cada día en Medellín. 

Las comunidades marginales están asustadas porque diario les toca padecer el rigor de la criminalidad. La desconfianza y el temor hacen eco de manera abrupta, nuestros niños ya no van a estudiar por evitar una bala perdida. Los jóvenes deportistas han dejado de entrenar, todo por no cruzar una barrera invisible que les proporcione un disparo en la cabeza. Y a los artistas les da miedo salir a sus espacios musicales ubicados en los hemisferios de las comunas. El arte, la cultura, la recreación y la pedagogía se ven lesionados por consecuencia de unos pocos desadaptados. ¿Lo debemos permitir? ¡Claro que no!

Recientemente, hemos conocido el asesinato aleve de un joven venezolano en el corregimiento de Altavista, luego observamos la nueva barrera invisible entre la América y San Javier, más tarde nos informaron de varios homicidios en la comuna Nororiental. Como si fuera poco, hemos visto la cifra oficial de que en 2019 ya superamos los cien homicidios y apenas estamos iniciando el mes de Marzo. Luego, ¿Cómo estaremos en diciembre?

Es por lo antecedente que el Estado debe obrar. Y para ello hay que articular una red de apoyo nunca antes vista entre el ejército y la policía para neutralizar, bien sea en calidad de captura o, mejor aún, en calidad de baja a todos los bandidos que se han tomado la ciudad.  La cosa es sencilla: hay que capturarlos, o en su defecto, darlos de baja. Además, debe integrarse un procedimiento idóneo con el que las capturas sean eficaces para evitar que el criminal quede libre. Y para esto es menester elaborar una recolección anticipada de pruebas que le permita a la justicia ponerlos a buen recaudo, pues el bandido no siempre será sorprendido en flagrancia. Y tampoco es factible que nuestras autoridades se esfuercen elaborando capturas para que la justicia los deje en libertad. Acá, el error es de procedimiento. Y ello urgentemente tiene que mejorar.

Adicionalmente, debemos implementar una mayor tecnología en la ciudad donde sea posible integrar la colaboración efectiva de la comunidad, para que nos permita combatir al crimen. La idea es que el ciudadano se convierta en una red de apoyo. Tenemos que devolverles la confianza legítima a todos los Medellinenses, porque el Estado debe someter al criminal, claro está, sin tolerar que el criminal someta al Estado.

Si queremos llevar programas sociales, recreación, arte y cultura, deporte, ciencia y tecnología a las comunas marginales, necesitamos garantizarles seguridad a nuestros jóvenes. Solo así evitaremos que se conviertan en un blanco atractivo para la criminalidad. Por su parte, a los criminales que no quieren dejar de delinquir y que son felices haciendo de las suyas, hay que desbaratarlos sin consideración.

La fórmula la tenemos clara: para generar oportunidades, previamente tenemos que garantizarles a los ciudadanos absoluta seguridad. ¡Por ello es menester acabar con todos los criminales en Medellín!      

Comentarios

Entradas populares de este blog

CONTROL SOCIAL Y VEEDURÍAS PÚBLICAS

El control social es la facultad que tienen los ciudadanos de vigilar la gestión de los servidores públicos, y de los particulares que se encuentren ejerciendo función pública. La idea es evitar posibles actos de corrupción por parte de los servidores públicos, y, que éstos eviten también, incurrir en posibles errores que logren afectar potencialmente el desarrollo de la nación. El control y la vigilancia de la ciudadanía se ejercen a través de un modelo de Estado Democrático que permite generar un nexo directo entre ésta y los servidores públicos que ostentan la administración del erario. Por ende, la obligación del servidor público es de plena rendición de cuentas a la ciudadanía, ya que, a través de la misma es que encontramos los elementos de juicio necesarios para determinar si hay malversación en los recursos o alguna irregularidad que pueda poner en detrimento las finanzas estatales. Las veedurías tienen una finalidad preventiva, en tanto, pretenden regular el actuar de los...

COMISIÓN DE LA 'VERDAD'

El contubernio entre Santos y las Farc apesta como el que más, no tiene precedentes y atenta gravemente en contra de la mediana institucionalidad que escasamente se mantiene. En tanto se discute la escogencia de los magistrados de la JEP, el país conoció hace unos días a los once integrantes de la comisión de la ‘verdad’ que, sin más ni más, se encargarán de brindarle una limpieza total al rostro criminal de las Farc. Como era de esperarse, dicha asignación ha generado exagerada barahúnda en la realidad política colombiana. Y no es para menos cuando luego de efectuar el respectivo análisis, encontramos tenebrosos nombramientos iguales o peores que los de la malintencionada JEP. Se ha dicho que la finalidad de dicha comisión consistirá en el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, exponiendo los orígenes, razones, hechos y actores que por acción u omisión llevaron al país a la guerra infame. Lo que a nuestro juicio, parece un chiste de muy mal gusto, puest...

LOS MALIGNOS DE LA JEP II

Continuando con la columna de la semana anterior, manifestamos los restantes miembros de la JEP que, fueron asignados a dedo por el Gobierno Nacional bajo la apariencia mezquina de cumplir los supuestos filtros de elección transparente, advirtiendo previamente que, hay quienes pretenden tildarnos de guerreristas infundados por emitir consideraciones sumamente racionales y razonables. ¡Qué estigmatización tan profunda! No obstante, por ello, no dejaremos de denunciar a los avasallantes integrantes de la oscura JEP. En primer lugar, Mirtha Patricia Linares Prieto, una contratista de entidades como la Contraloría, el Centro de Memoria Histórica, el ICBF, el ICFES que, además, ha formado parte de la rama judicial como Magistrada Auxiliar de la Corte Constitucional y ha sido Procuradora Delegada de Etnias y Víctimas. Esta señora padece preferencias políticas a favor de ideologías de centro izquierda, desde que era estudiante universitaria. Es evidente que los mismos no han mutado. ...