Ir al contenido principal

NI PRÓRROGA NI REELECCIÓN PARA ALCALDES Y GOBERNADORES



El voto programático para alcaldes y gobernadores está establecido en Colombia a partir de la Constitución de 1991 por un periodo de cuatro años. Así se estipuló y así debe mantenerse por el bienestar de nuestra democracia. Los electores más que por un nombre, votan por una propuesta determinada, por tanto, no puede ni debe modificársele  a los representantes que estos eligen, el término de gestión para ejecutar un programa de gobierno determinado. Ello además de inconstitucional es arbitrario con los grupos y movimientos alternativos que esperan integrar una contienda para gobernar.

Además, para todas las regiones y municipios es positivo que haya constante renovación en sus gobernantes, pues así se satisfacen con mayor probidad las necesidades ciudadanas que surgen en medio de la descentralización administrativa. Es por esto por lo que resulta más que desacertado atornillar en el poder a algún mandatario local o regional. Y así se traduce porque bien sabemos que, la clave para progresar en las regiones se presenta cuando contamos con una renovación constante, dado que así recuperamos la confianza de la ciudadanía en las instituciones.

Por ello, creemos que para aspectos regionales y municipales un término de cuatro años es más que suficiente para desarrollar cualquier plan de gobierno. Por ende, no debe haber opción para prórroga ni mucho menos para reelección. La prórroga es antidemocrática y la reelección es, sencillamente, descabellada. En nuestra opinión, reelegir  a un alcalde o a un gobernador es limitar el sano ejercicio del voto programático. Adicionalmente, de dicha manera incrementaría la corrupción electoral por vía del clientelismo, favoritismo y compraventa de votos, convirtiéndose la situación en un aliciente de ilegalidad.

Las regiones y los municipios demandan progreso social, generación de oportunidades, garantía de derechos sociales, e incentivos en las actividades económicas agrarias y, esto lo obtenemos cuando le damos oportunidad a múltiples personas de gobernar. No es admisible imaginarse en pueblos donde pelechan los cacicazgos y la corrupción al alcalde de turno  enquistado seis años en el poder. Mucho menos, podríamos imaginar su reelección. ¿Cómo fuera el clientelismo y la burocracia?  

De solo imaginarnos la cacería de votos y las triquiñuelas electorales nos invade  en dimensiones mayúsculas un escozor descomunal. Por ello, debe mantenerse el período actual para alcaldes y gobernadores sin modificar las reglas esenciales de la Constitución y la ley. Ante todo, es trascendental respetar los baluartes sagrados de la democracia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA ESPERANZA PARA EL 2017

Comienza un nuevo año colmado de reformas estructurales, tales como la implementación de la reforma tributaria, el proyecto de reforma a la justicia, y la abrupta modificación del modelo de Estado colombiano a través de la sustitución de la Constitución que directamente está relacionada con la aprobación vía ‘Fast Track’ de los acuerdos de la Habana. Este año será el de las implementaciones estatales prioritarias, porque las mismas serán inexorablemente necesarias para nuestro futuro, ya que cada una de ellas son la esencia del funcionamiento de Colombia; sin embargo los proyectos de reforma no cumplen con los compromisos nacionales y son contrarios al sentimiento nacional, la mayoría de colombianos rechazan el abuso tributario recientemente aprobado, y ni que decir de la bicoca de la Habana, plasmada de privilegios criminales, sin dejar atrás el proyecto de modificación a la justicia, que desde ahora es catalogado como misión imposible. Por otro lado, se avecina la carrera

LA CAMPAÑA SUCIA DE PETRO

No es sorpresiva la mugrienta campaña que se ha presentado estos días por parte de sectores ‘petristas’ con el fin de contaminar el éxito de sus contendores. Tampoco debería sorprender la que se presentará próximamente ad-portas de la primera vuelta electoral. Es común observar imperantes montajes y noticias falsas (fake news) difundidas por algunos inescrupulosos en redes sociales y en cuanto medio encuentran para afectar el buen desempeño de otros. De aquellos que, precisamente, promueven el debate con ideas, con argumentos, con estructura, pero sobre todo con decoro y altura. Esto sucede cuando algunos no logran cautivar positivamente a los electores; en dicho evento la única opción que les queda es apelar al ataque rastrero. Y, en efecto, así ha transcurrido la estrategia de Petro en esta contienda electoral, pues ni con su verborragia populista ha podido superar la preferencia del conglomerado por Iván Duque. El candidato de la ‘Colombia Humana’- que de humana únicamente

EL GOBIERNO DE LAS BUENAS INTENCIONES

Recientemente se aprobó el presupuesto para el año 2019 por una suma total de $258,9 billones de los cuales más de $51 billones estarán destinados para responder con la deuda de 4,8 % del PIB. El balance se traduce en un aspecto aparentemente positivo porque dichos recursos del 10,9 % son sustancialmente superiores a los del presente año. Encontramos que para la educación se aprobaron $41,4 billones, seguido por Defensa con $33 billones, y para Salud con $32 billones. Como bien lo reflejan las cifras, la prioridad actual del Gobierno Nacional es contribuir con más dinero para la educación de todos los colombianos, pues aquella como derecho colectivo debe ser prioridad en un Estado Social. No obstante, consideramos que ello no es suficiente para darle un tratamiento óptimo a la crisis coyuntural que padece nuestro sistema educativo, dado que   se quedan cortos para proporcionarle una solución adecuada al caos. Verbigracia, en materia de educación pública superior un déficit que a