El futuro lo construimos entre
todos, participando activamente en los asuntos públicos y relacionándonos con
el acontecer político. Recientemente contamos con un nuevo gobierno que
representa la renovación administrativa. Dicho gobierno estará abierto para
todo aquel que quiera manifestar sus propuestas, sugerencias, visiones, y
posiciones personales. Aprovechemos la posibilidad; manifestémonos, hagamos
control social y ciudadano, pero, sobre todo, preocupémonos por rodear al nuevo
presidente. No lo hagamos por él ni por su partido, sino por todos nosotros
como ciudadanos. Por ti, por mí, por tu familia y por todos los colombianos.
Las democracias sólidas se
caracterizan por el control efectivo que hacen los ciudadanos de sus
gobernantes. En efecto, cuando un dirigente político se encuentra con una
población recia, crítica y al tanto de su accionar administrativo, incrementa
sustancialmente el nivel de laboriosidad de dicho dirigente. Contrario sensu,
cuando la población está desentendida o es agnóstica con los asuntos públicos,
el margen de ineficiencia aumenta, pues el gobernante asume una posición
arbitraria y hace lo que le place, incluso padeciendo el control político del
Congreso de la República.
De esta manera, consideramos que
el verdadero control político radica en cabeza del constituyente primario, es
decir, en nosotros los ciudadanos que, por actos de sentido de pertenencia,
motivados por el orgullo y por la convicción, nos apersonamos de situaciones
complejas para vigilar a nuestros gobernantes, pero a su vez, nos preocupamos
por rodearlos y apoyarlos en sus aciertos políticos. Pues, así como debemos
vigilar la gestión, también es menester que contribuyamos con el apoyo
aplaudiendo las conductas positivas que ejecuta determinado dirigente político.
Solo así construiremos futuro y a partir de ahí, progreso. La política requiere
actualmente personas probas que sientan apasionamiento y quieran contribuir a
la lucha contra las deficiencias y carencias de nuestro país, sin duda los
colombianos somos apasionados y conscientes de ello. Por tal razón, no debemos
ignorar nuestra responsabilidad ciudadana. Se trata de nuestra nación: ¡Gran
importancia!
El primer foco de desarrollo
consiste en comprender el hecho de que, si participamos activamente en los
asuntos públicos, contaremos en un futuro próximo con el cambio que tanto
anhelamos. Teniendo en cuenta que es hora de superar el odio, las divisiones
ideológicas, la lucha de clases; el revanchismo y la venganza propuesta por
algunos malintencionados, es posible imaginar un país donde quepamos todos; si
así lo queremos, pronto lo lograremos. El nuevo presidente será el presidente
de todos y para todos, pues no hay lugar a exclusiones ni a divisiones y
discriminaciones.
¡Superemos las diferencias y
unámonos por este propósito!
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