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EL ABUSO TERRORISTA


Hace unos días en Dabeiba- Antioquia tres guerrilleros de las Farc armados y concentrados en las zonas veredales desertaron injustificadamente del campamento con prepotencia y desvergüenza, desbordando los parámetros de regulación e irrespetando las reglas básicas del acuerdo organizado en la Habana.  El Gobernador de Antioquia, Luis Pérez, denunció este hecho afirmando con vehemencia que “todo el que deserte es un futuro grupo de bandas criminales porque a eso es a lo que salen de la guerrilla”, explicando además que las Farc habían informado de dicha situación desde el pasado 09 de marzo, aduciendo que desconocían la identidad de los bandidos que habrían abandonado la zona de concentración. ¡Pura paja oís!

Hasta el momento ni la Comisión Tripartita ni las FF.MM se han referido al tema. Como quien dice: “Hagámonos los de las Ray Ban, porque esa es la indicación”. Anteriormente habría advertido que las zonas de concentración se convertirían en cloacas de mala muerte para refugiar a potenciales bandidos que en el más mínimo intento terminarían por fugarse para continuar delinquiendo. Efectivamente así ha sido, porque aunque no se haya determinado aún el paradero de los prófugos, es factible que los mismos hayan abandonado la zona veredal para  asociarse a una banda delincuencial  con el fin de continuar sus vidas criminales.

El bandido es lo que es, y no deja de serlo de la noche a la mañana, incluso ni ofreciéndole el cielo y las estrellas como ha pretendido el Gobierno Nacional. No se trata de emitir juicios de valor apresurados, pero un guerrillero no se rehabilita solo por el hecho de gozar una serie de beneficios, toda vez que combatir con la voluntad criminal incrustada en su interior es imposible. Así como ocurrió con estos tres personajes,  auguro lo mismo para muchos otros, en la medida en que todo radica en el tiempo en que les dure la supuesta voluntad de ‘diálogo y paz’.  ¡Ya les comenzó a fallar tan basta intención!

Lo realmente escalofriante es el silencio de Gobierno Nacional, y de las autoridades competentes; semejante denuncia es merecedora de los respectivos correctivos y/o sanciones, pero todo ha entrado a la esfera de la indiferencia; indiferencia estatal porque  por el contrario, el pueblo ha manifestado total rechazo y desaprobación. El único sujeto revestido de legitimidad gubernamental para denunciar el abuso ha sido el Gobernador Luis Pérez, pero no ha contado con apoyo, porque por esencia el Presidente de la República jamás lo va a respaldar. De un hombre como Juan Manuel Santos que no conoce de honor ni de grandeza nada bueno se puede esperar. Por lo pronto, la única solución estará a cargo del pueblo, y radica en manifestarse con coraje, saliendo el 01 de abril a marchar. Al punto al que hemos llegado, no hay otra opción que podamos agotar, sino es demostrándole al regimen abrupta inconformidad.   

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