El Gobierno Nacional no tuvo
reparo en negociar con las Farc la cabeza de Andrés Felipe Arias, se trata de
la mayor manifestación de injusticia que pueda presentarse en la historia de
Colombia. Al exministro lo condenó la Corte Suprema por pura sospecha en cabeza
de una magistrada antiuribista recalcitrante. Los elementos probatorios dentro
del proceso de Arias fueron totalmente favorables para declararlo inocente, no
obstante, la persecución subsistió hasta el punto de enviarlo al inframundo.
Arias fue condenado por ejecutar
actos semejantes a los ejecutados por sus predecesores, dentro del proceso
quedó demostrado que no recibió un peso y que todo fue un abuso por parte de
una serie de terratenientes que sin decencia alguna defraudaron el programa
Agro Ingreso Seguro, dejando en tela de juicio ante una Corte politizada la
vida del exministro. El tiquete de extradición es un golpe de Estado, es una
total desmotivación para los jóvenes que desearon en algún momento de sus vidas
ejercer algún cargo semejante.
No hubo ni peculado a favor de
terceros ni celebración indebida de contratos, en primer término, el peculado
no se configuró porque no se demostró que de manera intencional Arias haya
desviado recursos para unos sujetos determinados, ni mucho menos, que ello se
hubiese efectuado para obtener apoyo en una contienda electoral. Es
sencillamente absurdo. En segundo término, no se incurrió en ninguna
celebración indebida de contratos toda vez que, el exministro se limitó a
ejecutar una función que claramente habían efectuado los anteriores ministros
que lo precedieron consiste en firmar unos convenios motu proprio sin efectuar
unos trámites previos. Allí no hay ningún ilícito.
El Gobierno Nacional es maligno,
Santos no solo es un miserable traidor sino un ser despreciable que no tuvo
reparo en engañar al Gobierno de Estados Unidos para tirarse en la vida de
Arias y en la de su familia. Nunca hubo causa probable para que se efectuara
esta extradición pero el poder oscuro de la politiquería todo lo puede.
Expresamos total repudio frente a
este acto y exhortamos a la población a que se manifieste en contra de ello. La
resistencia civil debe ser mayúscula. Es hora de levantarnos en contra de la
arbitrariedad y la persecución. Ya lo hicieron con Arias a través de la
incansable persecución, ahora les auguro que lamentablemente irán por la cabeza
de Uribe a través de la maligna Jurisdicción Especial para la Paz; no es un
secreto que el proceso de selección de magistrados está integrado por
guerrilleros de pupitre que se han devastado en la izquierda recalcitrante.
Lamentamos profundamente lo
acontecido con el exministro. ¡Dios le conceda infinita fortaleza a su familia!
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