Sagrados los espacios que nos conceden aquellos que administran portales
autónomos e independientes de coacciones, dadivas, prebendas y remuneraciones
burocráticas. Hacer parte de este portal es un orgullo que debemos exaltar de
sobremanera, por decir lo menos. No hay preferencias, ni sesgos ni
favoritismos. Todos los columnistas contamos con la posibilidad de expresar las
ideas a la luz de nuestra visión e ideología. Hay diversidad en la opinión y,
tal vez, diferencias irreconciliables, pero infinita seriedad, sinceridad y
sobretodo coherencia en lo que expresamos.
Debemos sentirnos orgullosos de la actividad que realizamos, ya que,
muchos no somos periodistas y poco sabemos del tema, pero tenemos certeza de
que lo que hacemos, es con responsabilidad y consecuencia, contrario a algunos
“célebres” periodistas, verbigracia, Felipe Arias- el llamado ‘Caza noticias’
de RCN, que con “sinceridad” le dijo a un ciudadano que lo abordó para tomarse
una foto en un aeropuerto que: “los medios de comunicación son del poder.
Entonces son para generar plata, pero no para informar”.
En realidad, no es un secreto la veracidad de las afirmaciones de Arias,
empero, no dejan de ser escalofriantes sus declaraciones, ya que, el hecho de
que sean ciertas no quiere decir que pueda andar manifestando descaradamente lo
que es menester eliminar: La dependencia y la coacción del periodismo nacional.
Poco profesionalismo encontramos en dicho sujeto, quien a su vez, se ha
caracterizado por realizar una labor mediocre en el trasegar de su existencia.
¿Qué se puede esperar de aquel que sin vergüenza manifiesta algo así a un
espectador? ¿Dónde queda su responsabilidad social?
Con las declaraciones del ‘Caza noticias’ me queda un punto claro, y es
que si el periodismo que ejerce es para hacer plata, pero no para informar,
como bien lo dijo, es porque él tiene un precio establecido. De esta manera, me
gustaría preguntarle al ‘prestigioso’ sujeto: ¿Cuál es su precio? ¿Cuánto vale
su conciencia? y ¿Por cuánto vende su ‘labor’?
Esperaré tener la fortuna de conocerlo en algún momento o en su defecto
de encontrármelo sorpresivamente en algún espacio. Desde hoy, les garantizo que
lo abordaré y le preguntaré lo anteriormente planteado. No sin antes, guardar
la esperanza de encontrar una respuesta tan sincera como la que emitió cuando
aquel joven le preguntó que, qué se sentía
hacer parte de un canal en el que manipulaban al pueblo. Ahora que no
venga a decir que respondió con “sarcasmo”, dizque para quitarse de encima al
que lo cuestionó porque podremos ser ingenuos pero no pendejos. Si hace poco se
alarmaron por lo que dijo un comentarista deportivo, hasta el punto de exigirle
su renuncia, exhorto a la población para que en este caso, haga exactamente lo
mismo, en la medida en que, esta situación es mucho peor.
El grupo Ardila Lulle, tiene la obligación de pronunciarse al respecto,
y realizar una auto-evaluación por la clase de personas que está contratando en
sus medios de comunicación. No puede suceder que en este país, todo el mundo
tenga la desfachatez de decir y hacer lo que le provoque sin que nada suceda.
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