Ir al contenido principal

UN NUEVO GOBIERNO



En tanto algunos continúan manifestando odio y resentimiento haciendo eco de todas las formas de lucha, hay quienes se preocupan por asumir la victoria del nuevo presidente con humildad, convicción y optimismo. Para beneficio de nuestra democracia es necesario rodear al mandatario electo, toda vez que la unidad es un baluarte necesario que logra derrotar la desesperanza que ahonda a infinidad de colombianos.

Todos exigimos un cambio donde recuperemos la confianza en las instituciones, en lo público y, sobre todo en nuestros dirigentes. Para obtener dicha finalidad es menester relacionarnos a partir de ahora con el programa de gobierno del presidente electo. Sólo así tendremos elementos de juicio para determinar su gestión administrativa. El cambio comienza desde nosotros con la participación constante sobre aquello que nos concierne: la política. Colombia padece actualmente grandes deficiencias que, necesariamente demandan una efectiva evolución en el retroceso económico, fiscal, político y social, pues los huecos del Gobierno saliente son sustancialmente enormes.  Dichas falencias cuentan con fórmulas de lujo contenidas en el programa de Gobierno del sujeto triunfador en la reciente contienda.

Por ello, es indispensable sustituir las diferencias ideológicas, el odio infundado y la división, por el trabajo mancomunado en calidad de conglomerado. El compromiso no es únicamente del Gobierno próximo sino también de todos nosotros como constituyente primario. De esta manera, ha llegado la hora de luchar conjuntamente para salvaguardar los menesteres de nuestra patria. Así las cosas, debemos consolidar una democracia sana donde quepamos todos, teniendo en cuenta que las mayorías triunfadoras deben gobernar incluyendo a las minorías que no se identifican con lo planteado.

La labor colectiva deberá consistir en construir cultura y pedagogía política, cautivando a los incautos, a los apolíticos, a los desinformados, y, a todos aquellos ingenuos que soñaron con un surrealismo gratuito, imposible de ejecutar en nuestra democracia.  La obligación del nuevo Gobierno versará en ejecutar un programa idóneo basado en políticas públicas incluyentes donde se construya y no se destruya, porque un país en vía de desarrollo como el nuestro está llamado a superar las luchas ideológicas propias del siglo XX.  ¡Es el momento de construir un futuro, por usted, por mí y para todos!

Así pues, el revanchismo, el alboroto y las frustraciones brotadas como consecuencia de egos y devaneos inapropiados, tienen que sustraerse obligatoriamente dado que, el primer presupuesto del éxito en la gestión pública radica en comprender que no somos diferentes por cuestiones filosóficas e ideológicas, sino absolutamente semejantes por el simple hecho de estar llamados a dialogar y, a concertar indefinidamente ideas que conlleven armonía y progreso social.

La política sana se ejecuta con diálogo, con consensos y con reconciliación. En efecto, la invitación consiste en que hagamos lo propio rodeando por nuestro bienestar general al nuevo mandatario. Teniendo en cuenta que no es por la conveniencia de él, sino por la de todos nosotros. Por tal razón, no podemos caer en el juego rastrero de desearle el mal a aquel, pues si fracasa en su gestión de la misma manera fracasaremos todos en la nación.

¡La cuestión es tener sentido de pertenencia!


Comentarios

Entradas populares de este blog

MANO DURA CONTRA EL TERRORISMO

El Gobierno Nacional está poniendo en cintura a los enemigos de la patria, pues hemos observado acciones determinantes en contra de los más temidos terroristas; esos mismos denominados objetivos de alto valor que desde el país vecino hacen de las suyas con la complicidad del rufián Maduro. La verticalidad del Gobierno es seria: cercar diplomáticamente al bandido analfabeta de Maduro y asfixiar en sus madrigueras a los genocidas de Gentil Duarte, Márquez, Santrich, Romaña, y El Paisa. Lo cual aplaudimos puesto que ese es el único camino para proteger a nuestra democracia. Razón tuvo un abogado cuando propuso a través de una obra magistral darle muerte al tirano; ese mismo que con su venia y, desangrando a su país, ha auxiliado a los enemigos de Colombia. La muerte del cabecilla Maduro, de Diosdado Cabello y del Cartel de los Soles es una necesidad que apremia para el bienestar de Latinoamérica.   A decir verdad, Nicolas Maduro, un cavernícola infundado, no ha escatimado esfuerzos

LA MANO NEGRA DE SANTOS

La época en la que mayor corrupción padecimos los colombianos se dio entre los años 2010 y 2018. En esos dos cuatrienios observamos triquiñuelas, tramoyas, chanchullos, montajes, sobornos, y trampas de toda índole. Los colombianos tuvimos que padecer por culpa del tristemente célebre- Juan Manuel Santos- la antítesis de la rectitud en lo público, empero, nos tocó sí soportar la antología de la aversión que encarnaba aquel tramposo mandatario, que, sin más ni más, pasara a la historia como un personaje de ingratísima recordación, amén de sus repugnantes actuaciones en el escenario público. Siempre lo hemos dicho: el problema letal de Santos además del bodrio del Acuerdo Habanero, fue la malhadada corrupción que pelechó en su deplorable Gobierno y, que, fracturó la institucionalidad del Estado. Santos, como buen truhan que es, no solo traicionó las bases y los electores que confiaron en él, sino que además cogobernó con los enemigos de la patria, y no estando satisfecho con ello, e

EL ODIO DE PETRO

Llevamos más de veinte años observando la incansable persecución de Gustavo Petro hacia el expresidente Uribe. Y más allá de un rezago ideológico, lo que comprendemos es una ira infundada que no tiene parangón, puesto que sobrepasa los límites del rencor. El senador Gustavo Petro en su afán enfermizo y desbordado de destruir a su oponente, ha asumido la despreciable tarea de montar una campaña de difamación abrupta en la que pretende endilgarle toda responsabilidad a Uribe- hasta por lo más mínimo que ocurre en el país- cuando bien sabemos por mera lógica que todo no gira en torno a determinada persona. Se dice que la esquizofrenia es un trastorno mental grave, mediante el cual las personas interpretan la realidad de manera anormal, lo que puede provocar una combinación de alucinaciones y delirios graves en el pensamiento y en el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario de la persona. Efectivamente, pareciere que el senador Petro sufre de una esquizofrenia grave, pues