Con asombro observamos la corruptela generada por Odebrecht, la más
poderosa en la historia de América Latina. Nunca antes una constructora había
gozado de semejante poder para corromper, trastocar, sobornar y poner en
aprietos a más de un presidente y ex-presidente de Latinoamérica.
Hace un par días presenciamos el debate organizado por el Senador Jorge
Enrique Robledo en el Congreso de la República, aquel escenario fue
trascendental para la comprensión del asunto entre todos los colombianos. Se
trató de un evento magnifico en el que el Senador expuso la responsabilidad de
los anteriores Gobiernos de Colombia, servidores públicos y uno que otro
empresario bancario con relación al caso, demostrando los conflictos de
intereses en los que claramente se encuentran algunos servidores, verbigracia,
el fiscal Néstor Humberto Martínez.
El Senador nos demostró el ‘modus operandi’ de la compañía brasileña,
reluciendo las responsabilidades legales y políticas que deben endilgársele a
quienes contribuyeron con los sobornos establecidos. Sin embargo, para los
demás congresistas la intervención no fue suficiente dizque por estar
parcializada debido a que el Senador se basó en supuestas pasiones, dejando a
un lado argumentos ‘reales’, lo que resulta falso de toda falsedad, porque en
el mismo, se obtuvo un conocimiento claro sobre el turbio caso; algo que hasta
el momento, no había sabido exponer ningún otro sujeto en el panorama
nacional.
El debate encendió los ánimos y puso en aprietos a más de uno, motivo
por el cual, no fue bien acogido en el Congreso, hasta el punto de desestimar
lo probado por el Senador Robledo, para otorgarle respaldo al Fiscal General
(NHM). El disgusto se tradujo en el apoyo de la Unidad Nacional al fiscal
Néstor Humberto Martínez- el funcionario con mayores contradicciones para
investigar el caso Odebrecht- no obstante, los ‘padres de la patria’ ignoraron
lo evidente y pretendieron tapar un hecho sumamente notorio: El gobierno
Santos, sus adeptos y NHM, están plenamente comprometidos con un ‘chanchullo’
que posiblemente pretenden tapar.
Tal vez, la única ambigüedad que observamos por parte del Senador fue la
referida a Álvaro Uribe e Iván Duque, dado que allí no había algún elemento
especifico que los comprometiera, contrario a los funcionarios restantes que
mencionó, los cuales de manera evidente, cuentan con múltiples líos en los que
no les queda otra opción que salir a responder legal y políticamente por la
magnitud del asunto. Néstor Humberto Martínez no cuenta con la idoneidad para
investigar la barbarie, por ello, consideramos acertada la petición de Robledo,
consistente en su impedimento para efectuar la investigación.
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