Ir al contenido principal

LA MALA HORA DE ROBERTO PRIETO

La Fiscalía General de la Nación imputará cargos a Roberto Prieto, ex-gerente de la campaña ‘Santos Presidente 2014’, por la comisión del tipo penal fraude electoral. Se conoció la intención de la Fiscalía de no solicitar una pena restrictiva de la libertad, lo que consideramos, resulta acertado.

No es necesario que Prieto deba estar privado de la libertad, realmente no es él quien representa un peligro para la sociedad por la comisión de la conducta punible, sino aquel que le ordenó consumar dicho fraude.

Ahora bien, nos preguntamos: ¿Quién estará detrás de todo esto?, la respuesta es clara, empero no hay un solo elemento probatorio, o evidencia al respecto, pero la lógica nos permite inferir que generalmente es el candidato de turno, toda vez que el mismo, es el más interesado en triunfar en la elección presidencial.

Así pues, creeríamos que el principal responsable es Juan Manuel Santos, por lo que consideramos, debería renunciar inmediatamente, pero es evidente que ello no sucederá, dado que no hay una sola prueba que lo implique y seguramente no la habrá. Tal vez, el sistema probatorio penal es la salvación de potenciales delincuentes, pero la democracia no; no porque más del 60% de colombianos condena a Santos por su mala gestión. 

El pueblo es ingenuo pero no pendejo, y con la imputación de Prieto es posible inferir que el triunfó presidencial en el 2014 fue burdamente robado; robado a Óscar Iván Zuluaga, quien compitió en un notable desequilibrio, debido al poder económico y estatal del que gozaba la campaña Santista.

Es apropiado esperar y estar atentos al desenlace de esta situación, en realidad hay infinidad de cabos sueltos, los cuales comprometerían a más personas. Hay que confiar en la labor de la Fiscalía, ya que, esta situación no puede arrojarse a los designios de la impunidad.

La mala de hora de Roberto Prieto apenas comienza; pronto llegará la de Santos, porque lo que es turbio, tarde o temprano, emite su cuenta de cobro. Esperemos que Prieto cuente todo lo que sabe, y colabore con la justicia para que no termine siendo el verdugo servil del régimen corrupto. 

¡Cuenta todo lo que sabes, porque ya que has sido utilizado, auguro que te desecharán como un trapo sucio! ¿Vale la pena?   

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA VERDAD SOBRE LOS FALSOS POSITIVOS

Falsos Positivos fueron las bajas de los civiles- no beligerantes- cometidos por algunos miembros del Ejército de Colombia, abusando de la potestad de ejercer, legítimamente, la acción contundente del Estado. Específicamente, estos asesinatos tenían como objetivo aparentar resultados militares-operacionales exitosos contra la banda narco mafiosa Farc- cuando era lo contrario- con el fin de obtener retribuciones de carácter económico, días de descanso, condecoraciones y atractivos reconocimientos. El tema, desde la Responsabilidad Extracontractual del Estado, ha constituido una falla del servicio, pues la fuerza pública en ninguna circunstancia puede atentar contra la vida de personas no beligerantes, ni mucho menos en eventos de inferioridad. El daño antijurídico a los sujetos fue notorio, dado que no tenían el deber jurídico de soportarlo. De allí las condenas resarcitorias en contra del Estado colombiano. Luego, desde la Responsabilidad Política, resulta un despropósito enorme ac

EL PRECIO DE LIDERAR

Tomar decisiones de alto riesgo es, quizá, la carga más impetuosa que deben soportar los verdaderos líderes, bien sea en la dirección de una compañía privada o en la del Estado. Cuando el panorama es caótico las actuaciones de quienes dirigen los hilos tienen que ser consecuentes y contundentes a fin de proporcionarles estabilidad a quienes dirige, pues, ciertamente, al líder natural se le conoce mucho más en la adversidad que en el triunfo. En el triunfo todos estarán satisfechos, contrario sensu, en la adversidad se requiere de reacciones efectivas y oportunas, para salir avante de la situación.   Liderar, por esencia, demanda tres cualidades indispensables: en primer lugar, la capacidad de influir en la conducta de las personas que le siguen, en las personas de su equipo, y, en general, al conglomerado social generalizado. En segundo lugar, la capacidad de motivar, es decir, incentivar positivamente la actitud de las personas que dirige o que tiene a su cargo; esto es lo que le ex